Ensalada tibia de brotes, con salteado de setas y Parmesano.

Hola a todos y a todas,

Desde que decidí cerrar la puerta de mi relación con M., han pasado bastantes cosas en mi vida.

Durante estos meses, han "rondado" por mi órbita, algunas chicas. De algunas de ellas os he hablado, y de otras no, pero lo que si os expliqué, es que mis principios, me impedían ni siquiera plantearme iniciar una relación con otra persona, hasta que no tuviera claro cual era mi situación con M.

Hoy por hoy, creo que la situación, está más que clara, verdad?

Hace ya unos días, en una cena organizada por unos amigos, conocí a una chica, se llama N.

Desde entonces, hemos mantenido contacto y hemos hecho algún que otro café, pero no pasó de ahí, ya que yo seguía "inmerso" en mi espiral emocional.

Pero ahora la situación es diferente, y aunque reconozco que sigo sintiendo "algo" por M. y que no lo tengo superado, también hecho de menos estar en pareja y vivir esas situaciones cotidianas que tanto valoro ahora que no las tengo. Por ejemplo, despertarme al lado de ese "alguien" especial, y que sus ojos sean la primera cosa que veas al comenzar el día. Así que me apetece conocer a una nueva persona y permitirle que intente curar las heridas de mi corazón, a base de cariño y comprensión.

Con todo lo que es importante en mi vida, busco la máxima perfección, y en este caso, sé que es imposible encontrar a la mujer perfecta, así que en cierta forma, me baso en el Mito de Pigmalion, para encontrar a una persona con el "potencial" necesario. Y creo haber encontrado una muy buena opción en N. (suena muy frío, pero es lo que pienso)

Hemos ido a cenar un par de veces y me siento muy a gusto con ella. Esta pasada semana, la he invitado a cenar, pero preparando yo la cena, y os traigo el primer plato que preparé, que es:

Ensalada tibia de brotes, con salteado de setas y parmesano.

Los ingredientes, son estos:

- una bolsa de brotes tiernos variados

- una bolsa de rúcula

- 100gr. de setas (en mi caso, cogidas del bosque de al lado).

- Parmesano o Granna Padano

- Aceite, Sal Maldon, Pimienta y crema de vinagre Balsámico.

La preparación, es muy sencilla.

Empezaremos con lo más laborioso, que es limpiar y trocear las setas, podéis usar setas de bote o deshidratadas, pero estando en la época que estamos, nada mejor que las setas frescas.

Una vez limpias y troceadas, las salteamos en una sartén con un poco de aceite y ajo.

Mientras se hacen las setas, mezclamos los brotes con la rúcula para hacer un mix personalizado, y ponemos unbouquet en el centro del plato.

Por otro lado, hacemos unas láminas de queso Parmesano, con la ayuda de un pelador, y las reservamos hasta que estén listas las setas.

Una vez tengamos las setas listas, las ponemos por encima de la ensalada, y usamos su mismo aceite para aliñar la ensalada. Inmediatamente ponemos las láminas de Parmesano sobre las setas y aliñamos  con sal maldon (escamas), pimienta y un poco de reducción de vinagre balsámico.

Fácil, sencillo y muy sabroso. El queso y las setas, son un tandem infalible.

El segundo plato, fue un entrecot con una crema ligera de foie, pero estaba inmerso en la conversación y en el ambiente y no me acordé de hacer foto, pero prometo volver a prepararlo y traeros la receta.

Espero que os guste y que la probéis.

Piltrafilla.

El ave Fenix.

Hola a todos y a todas,

Recordareis que en un pasado post, decidí poner fin a la esperanza de recuperar mi relación con M. Bien, pues esa decisión, se materializó el pasado día 8 de Noviembre, día de mi aniversario.

Nunca he sido un entusiasta de los cumpleaños, pero reconozco, que para mi, ese día fue especial y estaba emocionalmente muy sensible. En gran parte, era porque sabia que, ese era el día en que debía cerrar la puerta de mi relación con M. y eso me "aterraba". No por miedo a la reacción, sino por dudas como... Estaré haciendo bien?... Hoy es el día adecuado? ...Estoy seguro de esto?, etc...

Quizás por mi situación emocional, o quizás por "eludir" el foco de la atención que conlleva el día de tu aniversario, tuve la sensación de que ,ese día, el "protagonista principal" no debía ser yo. 

Tuve la sensación de que ese era el día perfecto, para dedicarme a dar las gracias, a todos aquellos amigos que me han regalado su amistad y me han brindado su apoyo. Así que tomé la decisión de pasar el día con todos aquellos que me han ayudado en este tortuoso camino y darles de manera verbal y explícita, las gracias por su labor. Ya que todos ellos me han ayudado a "apuntalar" mi estabilidad emocional.

Así que me pasé el día tomando cafés con unos y con otros. Y terminé la noche cenando con unos de esos amigos. Ah!! y un "conocido" (broma interna, seguro que el "conocido" se da por aludido, jejejje).

Sobre el mediodía, recibí el mensaje de M. deseándome un feliz cumpleaños. 

Estuve hasta pasadas las cuatro de la tarde, buscando las palabras correctas para contestarle y cerrar la puerta de nuestra relación.

En resumidas cuentas, le dije que el día de mi aniversario, es un día en el que espero recibir las felicitaciones de mi familia, de mis amigos y de mi pareja. Y ya que ELLA había decidido no ser, ni actuar, como ninguna de esas tres cosas... Que podía coger sus felicitaciones y su falsa amabilidad y usarlas como parte de su higiene procto-rectal! (esta última parte, va con dedicatoria a un amigo).

Poner punto y final a una etapa de 15 años de mi vida, no ha sido fácil.

Objetivamente, desde que le respondí al mensaje, no ha cambiado nada, no ha contestado al mensaje, no ha llamado, no ha aparecido y no he sabido nada de ella, es decir, como siempre! De hecho, no esperaba menos de ella, ya que durante estos meses, no ha demostrado mas que una frialdad emocional que desconocía en ella y una incoherencia manifiesta entre sus palabras y sus hechos. Por tanto, era ilógico esperar ningún tipo de reacción por su parte.

Entiendo que el final de una relación, no puede ser un "final feliz", pero sigo pensando que es un triste final para una relación, que nos ha aportado mucho a los dos.

Por mi parte, dejaré pasar el tiempo, y esperaré a que se cierren las heridas, y quizás algún día, podamos hablar civilizadamente y buscarle un final menos triste a esta relación. Ya se verá!

Por ahora, mi objetivo, será resurgir de las cenizas de mi vida emocional, tal como lo haría el Ave Fenix.

Piltrafilla.

"Pa de pessic", Helado de yogur griego, mermelada de uva, kaki y crujiente de miel y castaña.

Hola a todos y todas,

Hace unas semanas, fui a cenar a casa de una pareja de amigos, que conozco desde la infancia. Él se llama G. y ella Mr. y tienen un niño genial ,que se llama C.

Son de esos amigos que hacen que cobre sentido la frase:  "Los amigos, son como las estrellas, no siempre las ves, pero sabes que siempre están allí".

Tanto con G. como con su mujer Mr., nos conocemos desde pequeños, ya que vivíamos en el mismo barrio y siempre hemos estado en contacto de una u otra forma. La amistad con G. se maximizó en nuestra adolescencia. Recuerdo noches comiendo patatas fritas y bebiendo refrescos, mientras veíamos "Pressing Catch" en la televisión de la trastienda de la tienda de sus padres. Recuerdo una semana que pasamos en Sa Riera con todo el grupo de amigos, semana que significó mi primera borrachera, mi primer vomito,  mi primera resaca, mi primer baño desnudo a la luz de la luna, mi primer ojo morado (es una historia muy larga, pero tranquilos, no fue una pelea) y un montón de otras experiencias compartidas que es mejor que queden en secreto por el bien de nuestras reputaciones.

Como suele ocurrir, cada uno siguió su vida y nos distanciamos, pero siempre hemos mantenido el contacto y el buen rollo. Les tengo un gran aprecio y me enorgullece poder tenerlos como amigos, de hecho, pasan los años y cada vez les doy más valor a los amigos.

La cena fue genial, Mr. cocina magníficamente bien (como todas las buenas madres). La cena se alargó hasta las tres de la mañana, como imaginareis, había mucho que contar para ponernos "al día".

En un momento dado, Mr. trajo los postres, que consistían en un bizcocho casero con una mermelada de uva, que habían hecho con las uvas que tienen en su jardín. Tanto el bizcocho como la mermelada, estaban buenísimos,  pero me sorprendió mucho la mermelada de uva y Mr. insistió en que me llevara un bote para hacer mis "experimentos".

Así que aquí viene mi "experimento". Experimento que quiero dedicarles a G. y a Mr., como agradecimiento por ofrecerme su apoyo en estos momentos, y como no, por aguantar mi verborrea hasta altas horas de la noche!

"Pa de pessic", Helado de yogur griego, mermelada de uva, kaki y crujiente de miel y castaña.

Se trata de un postre relativamente sencillo, de sabores dulces que contrastan entre si, por su textura. Todos habréis comido alguna vez un yogur con mermelada, verdad? Pues se trata de partir de esa idea, para crear algo mas sofisticado y moderno.

El "pa de pessic", es el nombre que se le da en Catalunya, al bizcocho, la traducción y el origen del nombre, son muy curiosos. La traducción es "pan de pellizcos" y se le llama así, porque está tan bueno, que vas cogiendo trozos de bizcocho a pequeños pellizcos y sin darte cuenta, se ha terminado. A que es acertado el nombre?

Para el "pa de pessic" necesitamos:

Ingredientes para un molde de 20 cms:
- 150 gr de azúcar
- 150 gr de harina
- 5 huevos
- 1/2 sobre de levadura Royal
- Sal

Precalienta el horno a 180ºC.

Una vez tengamos el bizcocho, iremos a por el otro elemento "complicado", el crujiente de miel y castañas.

Como os he comentado, estamos en otoño, en mi ciudad son ferias, y hay puestos de castañas asadas por doquier, así que adivinareis fácilmente de donde he sacado las castañas, verdad? Pero también podemos hacerlo con castañas sin asar o cambiarlo por almendras tostadas, a vuestro gusto. En mi caso, quiero que el plato represente en parte a las ferias de Girona, para que así G. recuerde las noches en "las barracas" y los calimochos que nos tomamos.

Para hacer el crujiente, cortaremos las castañas a daditos pequeños y los pondremos en una sartén anti-adherente. Añadiremos unas cucharadas de miel, y unas gotas de agua (media cucharilla de cafè). Dejaremos que la miel se funda y se caramelice. En cuanto tenga el color y la textura deseados, "tiraremos" la mezcla sobre un Silpat o un papel de horno, y con cuidado, lo extenderemos para que quede lo más fino posible. 

Lo dejaremos enfriar, para que solidifique.

Por otro lado, está el helado de yogur griego. Yo os recomiendo comprarlo ya hecho, pero en su defecto, es muy sencillo de hacer, solo hay que ser previsores. Me explico. Cogemos unos yogures griegos, y los ponemos en el congelador, el tiempo para que estén congelados y con la textura deseada, es de 2:30h. si están menos tiempo, no será un helado y si están más tiempo, estarán demasiado congelados como para hacer una quenel, así que si somos previsores y cuidadosos con el tiempo, no habrá problema.

La mermelada de uva, es el ingrediente secreto y protagonista principal de este plato, lo podéis substituir por otro tipo de mermelada, pero tendréis que diluirla en un TPT (Tanto por Tanto) de almíbar para hacerla más liquida.

Y el otro elemento, es el kaky, en este caso, necesitaba aportar frescor y una textura diferente, pero no podía poner una fruta demasiado dulce, ni demasiado blanda, así que el kaky, le viene perfecto. Es tan simple como cortarlo en dados, ponerlos en un vaso con agua (para que no se oxiden) y guardarlos en la nevera hasta el momento de servir.

Con todo preparado, vamos a emplatar:

Empezaremos poniendo un "cubo" de pa de pessic en el plato, una cucharada de los dados de kaky, a su lado y bañamos el fondo del plato con la mermelada liquida de uva.

En el momento de llevarlo a la mesa, ponemos una quenel de helado de yogur griego, y el crujiente de miel y castañas coronando todo el conjunto.

Es un postre espectacular, que viene de la inspiración que me transmite la amistad que siento por G. y por Mr. a los que quiero dedicar este postre, ya que creo que les representa bastante. Es dulce, suave, tradicional y moderno a la vez, contundente y sobretodo, está lleno de cariño.

Gràcies per tot amics!!

Piltrafilla.