Hola a todos y a todas,
Este pasado fin de semana, decidí ir con N. a pasar el fin de semana a Barcelona. La excusa, era ir a ver CasaDecor, que es una exposición de interiorismo. Cada año desde hace ya 20 años, CasaDecor, cede un espacio (edificios, antiguas fábricas, muelles del puerto, etc..) para que reconocidos decoradores de nuestro país, lo decoren según su criterio de las tendencias actuales. A mí, me gusta describirlo como la oportunidad de entrar físicamente en una revista de decoración. Es la oportunidad de pasear por ambientes que de otra forma, no podrías disfrutar, mas que en las fotografías de las revistas de decoración.
Ha sido un fin de semana fantástico. El hotel, con vistas al mar, la habitación grande, cómoda (la cama debía ser tamaño XXXXXXXXL por lo menos) y con una decoración moderna y actual. Y además nos trajeron un "obsequio de bienvenida" a la habitación. Gran acierto!
Dos Coulant de chocolate con mermelada de fresa y unas cookies (osea: galletas).
Llegamos el sábado por la tarde-noche y después de dejar los "trastos" en la habitación dimos un paseo por la ciudad, nos fuimos a cenar a un coqueto restaurante cercano al hotel y después a "dormir".
Aquí tengo que hacer un inciso!
Estoy muy contento porque todo salió bien, pero tengo que ser sincero y reconocer que el mérito no es solo mio. Me explicaré...
Este era el primer fin de semana que iba a pasar con otra persona que no fuera M. desde hace 15 años. Y eso me preocupaba mucho, realmente estaba lleno de dudas y de sensaciones extrañas. Encontrarme en ciertas situaciones, con una persona distinta a la persona con la que has compartido los últimos 15 años de tu vida, es bastante complicado. Os recuerdo que tengo un gran sentido de la fidelidad y de lealtad, así que no podía evitar tener un extraño sentimiento de culpa. Era como estar haciendo algo mal, aunque sepas que no lo está. Así que decidí no cometer uno de mis errores del pasado: Quedarme las cosas para mí y no compartirlo con mi pareja y durante la cena, le expliqué a N. las sensaciones y los sentimientos encontrados que me preocupaban y que me generaban tantas dudas y ansiedad.
Para mí sorpresa, lo entendió perfectamente (no estoy acostumbrado a que entiendan mis pensamientos) y tras hablar largo y tendido del tema, consiguió quitarme las dudas de la cabeza y ayudarme a dejar de mirar hacia atrás. Por tanto, si este fin de semana ha sido fantástico, es en gran medida, gracias a N.
A la mañana siguiente, dejamos el hotel, fuimos a desayunar y nos dirigimos hacia CasaDecor.
N. nunca había ido (yo si, casi todos los años) y le pareció fascinante. Fue una experiencia nueva para ella y indirectamente, nueva para mi, ya que de la misma forma que las madres reviven la ilusión de las navidades a través de sus hijos, yo reviví las sensaciones que CasaDecor me causó las primeras veces, a través de los ojos de N.
Os dejo fotos que he encontrado por la red, ya que estaba prohibido hacer fotos (aunque mucha gente no hacía caso).
Espero que os guste.
Piltrafilla.
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