Ensalada de Gin-Tonic.

Hola a todos y a todas,

Hoy os traigo una Ensalada de pepino, manzana ácida y menta, con helado de Gin-Tonic.

Como siempre, os pongo al día de mi vida sentimental:

Han pasado ya, dos semanas desde la última vez que vi a M. Como recordareis, la cosa acabó como el rosario de la aurora.

Estar dos semanas sin mantener contacto con M. ya no es algo nuevo para mi, pero debo reconocer, que esta vez es diferente, nuevamente me había ilusionado con "reparar" nuestra relación y tenía la esperanza que no se volvería a producir este distanciamiento, ya que era un tema que se había tratado en nuestras últimas conversaciones, pero... ya se sabe que del dicho al hecho...

En fin! estas dos semanas han sido duras, ya que las he dedicado a auto-convencerme de que no debo seguir mirando hacia atrás esperando retomar algo que está claro que no hace mas que hacerme daño una y otra vez.

Hace un tiempo, os hablé de A. la chica con la que chateaba y con la que fui un atardecer a la playa. Pues sigue "interesándose" por mi, así que esta semana he vuelto a quedar con ella. No hicimos nada del otro mundo, un café, charlar mirando las estrellas y en un momento dado se me abrazó. La cosa no pasó de ahí, pero a la hora de despedirnos, vi claramente como buscaba un "beso de despedida", pero no se lo dí, ya que no tengo claro que quiera empezar una relación ahora mismo. Necesito aclarar mi cabeza, centrarme en que es lo mejor para mi, y grabarme a fuego en el corazón, que las "Princesas" solo existen en los cuentos de hadas!

Pero no acaba aquí! He conocido a otra chica que se llama Mo., nos conocíamos de antes y este verano, ha roto con su antigua pareja, así que cuando me lo dijo, quedé con ella para tomar algo y hablar de nuestras respectivas "preocupaciones", con la única intención de darnos apoyo mutuo. Eso fue a principios de Julio, y desde entonces ha ido pasando por mi trabajo, y hemos ido hablando de todo y de nada, incluso hemos ido a comer un par de veces juntos (en plan amigos). Pero la semana pasada me invitó a cenar a su casa y se me activaron todas las alarmas. Le dije que no podía ir porque había quedado con unos amigos (era cierto), pero eso me hizo darme cuenta que probablemente ella estuviera buscando algo más que una buena amistad, y que yo, inmerso en mi "montaña rusa emocional", no me había dado cuenta de la situación. Así que dejé enfriar la situación unos días, y ayer, quedé con ella para ir a comer, pero esta vez, estaría con el "modo análisis de situación" activado.

La comida bien, la conversación agradable y solté alguna que otra pregunta o comentario "trampa", para ver como reaccionaba, y estoy bastante seguro que esta buscando algo más que una amistad, así que, por si fueran pocos, ahora tengo un nuevo problema, que es como mantener una amistad con una persona con la que me llevo fantásticamente bien, pero con la que no tengo "química".
No me gustaría perder su amistad, ya que nuestros caracteres congenian perfectamente, pero por algún motivo, soy incapaz de sentir atracción alguna hacia ella. (estaré estropeado?)

Hasta aquí puedo leer!

Vamos al plato que nos ocupa hoy:

En uno de esos días que fui a comer con Mo. me explicó que en l'Escala, había una heladería, en la que vendían helados "especiales", en principio solo para restaurantes o tiendas especializadas. Y como os podréis imaginar, no pude resistir la tentación de ir a ver si podía hacerme con algún helado "especial".

Lo intenté, y no sé si es que le caí bien a la dependienta o que ese día estaba de buen humor, pero me mostró e incluso me dejó probar varios de los helados que no tenían de cara al público, esos de sabores "no habituales". Así que no quise dejar pasar la oportunidad, y compré una terrina de 3 helados para llevarme a casa.

Pues este es el primero de ellos: Un sorbete de Gin-Tonic.

Como ya sabréis, los helados, no son únicamente para los postres, así que lo he introducido como elemento de una ensalada de lo mas fresca.

La preparación es simple, se cortan unas rodajas de pepino y de manzana Granny Smith (la ácida), y se cortan en brunoise (a cuadraditos pequeños), le añadimos un poco de menta picada, lo ponemos todo en un bol, un chorrito de aceite del bueno y a la nevera un ratito. 

A la hora de servir, ponemos una cucharada sopera de la mezcla anterior en el fondo del plato, luego hacemos una quenel con el helado y la colocamos apoyada encima. Un poco de aceite de oliva regándolo todo y aliñamos con una gota de crema de vinagre balsámico y unas escamas de sal Maldon.

Es una combinación sorprendente, que refresca el paladar.
Próximamente y antes de que termine el veranito, prepararé otros platos con los otros dos "helados especiales".

Un abrazo y espero que os guste y si alguien quiere comentar algo, que no se reprima, que es muy malo!!! jejejeje

Piltrafilla.